Pues no, no era el día... los Reyes se han adelantado y nos han traído carbón, pero no del dulce, si no del duro y amargo.
Después de mucho pensar estoy seguro de que la culpa la vuelve a tener el presi: desde que nos aseguró que vendría a despedir y animarnos antes de ir a las partidas, pues no hemos levantado cabeza. Todavía no le hemos visto con los pompones, de esta forma nos sentimos abandonados y tristes, y así es imposible jugar.
El equipo A se desplazaba a rendir visita ante el líder, viaje corto pero que nos pondría a prueba.
La verdad es que desde el principio se veía que lo íbamos a pasar mal, pero tampoco esperábamos un castigo tan duro.
El rival de Pedro consiguió meterle en problemas desde la apertura, no dando opción ninguna. En un momento dado, Pedro consumió 40 minutos de reloj intentando encontrar alguna forma de escapar, pero ya no había solución. Otro día será.
Txema tuvo una partida igualada en la que no se encontró forma de romper el equilibrio. La máquina tampoco ofrece alternativas ante una partida jugada sin errores de bulto. Al final, el jugador del Capablanca tuvo su corazoncito y se apiadó ante la cara de bueno que puso Txema, el final parece ligeramente mejor para él. Medio punto para guardar la honrilla.
Manuel Carlos también tuvo un día duro en la oficina, desde casi el principio jugó a expensas de su rival, intentando parar acometidas bien coordinadas que le venían encima. Hoy hemos descubierto que también es humano.
Viorel mantuvo una partida muy igualada que se rompió con un cambio sorpresivo de su rival. En un momento dado, se arriesgó a cambiar 2 torres por la dama y varios peones. Lo hizo realmente bien, obligando a Viorel, jugadas después, a devolver la dama por las 2 torres y entrando en un final de peones ganador.
Alfonso jugó una partida tensa en la que no pudo hacer nada ante el avance de los peones de flanco de dama y la potencia de la pareja de alfiles del rival. Con mucha tranquilidad, materializó la ventaja posicional en material y pasillo abierto hasta la coronación. Alfonso tuvo pocas opciones reales de pelear.
La partida de Marina es, quizás, la que más ha dolido. Salió bien de la apertura y consiguió mantener una interesante iniciativa ante un rival con el rey en el centro... y cuando parecía que podía materializar la ventaja, se despista, no ve un alfil perdido y se deja una torre limpia. Jarra de agua fría que enmascara la buena partida jugada hasta ese momento.
El equipo B afrontaba un largo viaje que ya empieza a ser tradición para visitar al equipo de Sierra Norte.
Ante la extraña circunstancia de que faltara un jugador de cada equipo, se jugaron partidas marcadas por los despistes de piezas. En tres de las partidas se dejan piezas sin compensación, haciendo muy difícil el afrontarlas.
Lucian y José Antonio sufrieron en sus carnes la falta de café, el madrugón y que el presi no les despidió apropiadamente con los pompones.
Zuhair se aprovechó de lo mismo y puso el único punto en nuestro marcador
Alfonso jugó una partida marcada por la especulación táctica. En un momento dado tuvo opción de forzar tablas, pero intentó seguir jugando buscando algo más.. al final tuvo que claudicar ante el peón que su rival colocó en séptima.
El equipo C nos ha dado la única alegría del día, ganando en casa al equipo de Montpellier.
El equipo D sigue mejorando día a día, dando partidas a los niños que ya empiezan a ganar, dándoles ánimos para seguir jugando y aprendiendo Victoria de Sacha y otra jornada más puntuando Víctor. Muy bien.
Bueno, eso es todo amigos, El próximo año, más (y esperamos que mejor que hoy)